Una fantástica opción para refrescarnos en verano, ya sea de día o de noche, son los cocktails. Deliciosas combinaciones con o sin alcohol (mocktails) que admiten infinidad de ingredientes.
Aunque la receta original del Bloody Mary incluye unas gotas de Tabasco, nosotros lo hemos preparado con nuestra increíble Salsa Brava, y el resultado ha sido… ¡Espectacular!
El secreto del Bloody Mary está en utilizar ingredientes de calidad y seguir las medidas para un buen balance de sabores, aunque a la vista está que podemos innovar y crear nuevas versiones igual o más ricas: Virgin Mary (sin alcohol), Orange Mary (con zumo de naranja y mostaza de Dijon), Verde Mary (con tomates verdes), Bloody Mary con tequila, Bloody Mary con wasabi… Simplemente con variar algunos ingredientes conseguimos darle un toque diferente a este popular cocktail.
En un vaso grande o una jarra pondremos los cubitos de hielo para enfriar bien el cocktail. A continuación añadimos el zumo de tomate, el vodka y el zumo de limón. Mezclamos bien para que se enfríe.
Añadimos las gotitas de salsa Perrins y la Salsa Brava. Mezclamos de nuevo.
Antes de servir, humedecemos el borde del vaso con la rodaja de lima y lo pasaremos por un plato con la sal gorda para que se impregne bien de sal.
Una vez preparado el vaso, servimos el Bloody Mary sin los cubitos de hielo, añadimos la sal y la pimienta y decoramos con la ramita de apio y la rodaja de lima.
¡A disfrutar de nuestro delicioso y refrescante cocktail!