Cuando pensamos en lasaña inevitablemente nos viene a la cabeza una lasaña de carne con su queso fundido y sus bordes tostaditos por el calor del horno… Pues en verano también podemos preparar este típico plato italiano, con ingredientes más ligeros y refrescantes, como el tomate y la mozzarella, y cambiar la bechamel por una deliciosa Salsa Pesto, sin gluten y vegana. ¿Qué más se puede pedir?
Cocer las láminas de lasaña según las instrucciones del fabricante. Una vez cocidas, secar con un paño y reservar.
Cortar los tomates en rodajas finas y reservar. Hacer lo mismo con las bolas de mozzarella.
Montar la lasaña, poniendo una lámina de pasta en el fondo del plato. Cubrir la pasta con un poco de salsa Pesto y encima disponer una capa de tomate, otra de mozzarella y una loncha de jamón. Cubrir de nuevo con salsa Pesto.
Montar el segundo piso de la lasaña, con una nueva lámina de pasta, tomate, mozzarella y jamón y cubrir con salsa Pesto.
Terminar la lasaña con la tercera lámina de pasta y una capa generosa de salsa Pesto. Decorar con unas hojas de albahaca fresca.
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